«¡NO EXPORTEMOS GANADO, EXPORTEMOS SUS CARNES!», salió a proclamar la Junta Directiva Nacional de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados (FGPDICYD) que conduce JOSÉ «BETO» FANTINI, frente a la disposición del GOBIERNO NACIONAL según Decreto 133/2025 de fecha 26 de febrero de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación, que habilita «QUE HAYA LIBRE EXPORTACIÓN DE GANADO, como si éste sobrara y no pudiera ser procesado aquí», con el agravante de sus consecuencias: «La pérdida de mano de obra» dentro de la actividad.
Dada la crítica situación generada por esta medida del Gobierno que afecta a la industria nacional y los trabajadores del sector, fiel al mandato histórico de sus antecesores: “En la unidad reside la fuerza que nos llevará al Triunfo”, la Federación convocó «a los representantes de los diversos eslabones de la cadena de valor cárnica a defenderla, pidiendo juntos a las autoridades que revean lo dispuesto, para bien de todos».
Ante este alarmante avance que pone en grave riesgo a la actividad, a través de un comunicado rubricado por su Secretario General JOSÉ ALBERTO FANTINI y el Secretario de Organización CARLOS MOLINARES, la FGPDICYD llamó a la reflexión al EJECUTIVO NACIONA que preside JAVIER MILEI, recordando a las máximas autoridades de la Nación lo que representa la producción nacional de carnes desde sus orígenes.
«La carne vacuna, nuestra primera industria patria, se ha ido desarrollando en toda nuestra vasta geografía, poblándola y motorizando su economía, convirtiéndose en un exquisito producto, que caracteriza a nuestro consumo doméstico además de ser apetecido en los principales mercados de ultramar, donde es reconocido por sus características tan especiales y distintivas que nos generaran aquello de EL PAÍS DE LA CARNE”, expresó en primer término.
Y agregó: «Generada por una multitudinaria cantidad de integrantes, la cadena de valor cárnica reúne e integra sus aportes que preservan la óptima calidad de su producido, mientras apoya la búsqueda de nuevos mercados, esfuerzo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo mancomunadamente con el sector público, y que permitiera alcanzar trascendentes hitos, como el del año pasado, donde casi se llegó al millón de toneladas exportadas, lo que derrama en todos, tanto por su participación, cuanto por las divisas logradas, siempre tan necesarias».
Para luego advertir que, «el GOBIERNO, al disponer que haya LIBRE EXPORTACIÓN DE GANADO, como si éste sobrara y no pudiera ser procesado aquí, pareciera desconocer sus particularidades como producto tan sofisticado y buscado, en cuyo laboreo cada eslabón de la cadena hace su aporte específico. Además que posibilitará a mediano plazo que, al exportar esos animales, trasfieran su laboreo y calidad, compitiendo con nuestras carnes, lo que las terminará depreciando, todo lo cual será UN RETROCESO SECTORIAL, en definitiva, que por el “SÁLVESE QUIEN PUEDA” se arruine el conjunto».
En este marco, como Federación Gremial de la Carne, planteó su preocupación por «todo lo que pueda significar perdida de mano de obra, porque para nosotros el compañero trabajador de la carne no es un número más, sino un ser de carne y hueso, con ideales y necesidades, familia y futuro, que no puede ser dejado de lado, abandonado a su suerte, por el provecho de unos pocos».
«Y como argentinos», remarcó con énfasis que «mucho más nos duele que la “especialidad de la casa”, que ya debería ser considerada como una denominación de origen se vaya perdiendo, y encima que nos peguemos el tiro en los pies de dejar que nuestros competidores aprovechen de nuestra calidad, con lo cual perderemos mercados y valores».
Finalmente, la FGPDICYD trajo a la memoria cuando ya Manuel Belgrano, hace más de doscientos años nos decía: “Los países civilizados no exportan materia prima sin antes transformarla localmente, de lo contrario estarían creando ocupación en el país comprador y desocupación en el país proveedor. No exportemos cuero, exportemos zapatos”. Para terminar diciendo: «Que triste que se desoiga semejante concepto del prócer, máxime con los vientos que corren en estos días por el mundo», concluyó.