El secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti, despidió al «entrañable Arzobispo de Mercedes-Luján, ejemplo de cristiano comprometido con el pueblo trabajador», quien falleció esta madrugada a los 75 años.
Héctor Amichetti puso de manifiesto su dolor por la partida de Agustín Radrizzani diciéndole a través de las redes sociales «hasta siempre Agustín…», indicando que «inesperadamente y en medio de esta maldita pandemia que no da respiro, se nos fue hace unas horas el entrañable Obispo Agustín Radrizzani, ejemplo de cristiano comprometido con el pueblo trabajador•. El arzobispo emérito de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, murió hoy en la madrugada de este miércoles 2 de septiembre con 75 años de edad a causa de un cuadro de neumonía, mientras permanecía internado a la espera del resultado de su test por coronavirus.
En este contexto, el líder de los trabajadores gráficos y discípulo del histórico jefe de la otrora CGT de los Argentinos, Raimundo Ongaro, remarcó que «después de cumplir con la enorme responsabilidad de continuar la tarea pastoral de Don Jaime de Nevares en Neuquén», Agustín Radrizzani recaló en Lomas de Zamora donde con frecuencia concurría a la sede de nuestro sindicato participando en varios actos junto a Raimundo Ongaro». Recordó que fue «por iniciativa suya que se instaló una capilla en nuestro Campo Social y Recreativo 7 de Mayo en Claypole».
Amichetti ilustró para la memoria de todos y todas que, «cuando en el marco de la resistencia a la infamia macrista los sindicatos que integramos el Frente Sindical para el Modelo Nacional resolvimos una movilización a la Basílica de Luján con la consigna «Pan, Paz y Trabajo», él nos abrió sus brazos fraternales», haciendo hincapié en que entonces en «aquel lluvioso día del mes de octubre de 2018 presidió la misa, ante una multitud de trabajadores y trabajadoras, con un histórico mensaje en el que llamó al diálogo sin ser imparcial, su alineamiento fue como siempre, acompañando el reclamo de los más humildes de nuestra patria».
Recuerdo que entre otras cosas dijo: «Existe un sistema globalizado de avaricia cuya expresión más sofisticada son los mercados financieros que lejos de poner los capitales al servicio de la producción son especulativos y solo generan plata para pocos y pobreza para muchos (…) hay que construir una alternativa humana a la globalización excluyente».
Varias semanas le llevó a las «católicas» Corporaciones y sus principales voceros -los diarios La Nación y Clarín- digerir el sapo de aquel sermón.
Y puso el acento en que, «solo silenciaron sus venenosos editoriales contra el ‘Ejército de Bergoglio’ cuando Radrizzani, con ejemplar sabiduría manifestó: ‘Sé que algunos han sufrido por la Misa del 20 de octubre, les pido perdón, así como otros se han alegrado’, poniendo así un poco de serenidad a sus afiebradas almas. Por estas horas Agustín estará ya junto a Don Jaime, satisfechos por haber asumido en la tierra el auténtico compromiso cristiano».
Finalmente, Héctor Amichetti afirmó que, «me quedo con su ejemplo de humildad y rescato otra frase contundente de aquel 20 de octubre: ‘No nos dejemos robar el entusiasmo. No nos dejemos robar la esperanza. No nos dejemos robar la alegría permanente. No nos dejemos robar la comunidad (…) nuestro pueblo debe ser artífice de su propio destino y no quiere tutelajes, ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil’, en otras palabras… Solo el Pueblo Salvará al Pueblo», concluyó.