El 4 de mayo, bajo la consigna “Maldito Tarifazo”, los gremios nucleados en la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) y la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), junto a la Juventud Sindical Nacional (JSN), llevaron a cabo una movilización multitudinaria a la sede central del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), sito en Suipacha al 600 de la Ciudad de Buenos Aires, en rechazo a los distintos aumentos de las tarifas energéticas dispuestos por el Gobierno Nacional.
“Hemos elegido este lugar porque se supone que es el edificio que controla el negocio eléctrico, el que debe velar por que cada uno de los argentinos tenga el servicio esencial, y actualmente no cumple ninguna de esas responsabilidades”, expresó el triunviro de la CGT y líder de la CATT, Juan Carlos Schmid, al hacer uso de la palabra frente a las puertas del organismo «regulador» en medio de una copiosa lluvia.
El dirigente que conduce el sindicato portuario de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, señaló que “lo que hemos querido expresar en esta marcha es el malestar de toda la población del país. Indudablemente el cuadro tarifario afecta a todas las capas sociales. Lo que está ocurriendo hoy es un verdadero atropello y saqueo al bolsillo de todos los argentinos”, concluyó diciendo Schmid ante la inmensa columna que se extendía por más de tres cuadras.
Por su parte, el líder de la Juventud Sindical y conductor del gremio de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey, que es secretario de prensa de la CATT, calificó de una «verdadera vergüenza» los aumentos de hasta el 1000% en las tarifas cuando el gobierno pretende ponerle un techo a las paritarias del 15%” y agregó que “el aumento debería darse de manera gradual y proporcional a los aumentos de sueldos, para que los trabajadores no se vean perjudicados en su poder adquisitivo”.
Los organizadores de la marcha aclararon que la protesta es «el inicio de una serie de acciones de repudio a la decisión de incrementar las tarifas de los servicios públicos». A partir de la semana siguiente se espera también acciones de protesta y rechazo de los gremios de forma individual.
El dato de color fue que no se trató de una marcha típica, sino que los gremios realizaron una parodia creativa sobre efectos del “tarifazo” sobre la ciudadanía, protagonizada por una caracterización del ministro Aranguren.
Finalmente expusieron que llevaron a cabo este «acto simbólico de protesta» porque millones de argentinos padecen «no ya un ajuste económico sino un verdadero estrangulamiento de sus condiciones de vida».
De la marcha participaron entre otros gremios los de Docentes, Municipales, Ceramistas, Judiciales, Sanidad, Ladrilleros, Obreros de la Construcción, y entre los dirigentes presentes se vio al frente de las columnas a Omar Maturano (La Fraternidad), Guillermo Imbrogno (AEFIP), Hugo Benítez (Textiles), Roberto Coria (Guincheros), Omar Pérez (Camioneros), Raúl Epelbaum (Señaleros), Rubén Ramos (AGAE), y Héctor González (Luz y Fuerza Patagonia) , entre otros.