Ante la suba del dólar y del financiamiento, Gerardo Martínez, titular de la Unión Obreros de la Construcción (UOCRA) y representante en el Labour20 (que representa los intereses de los sindicatos ante el G20), reconoció que hay preocupación por la coyuntura.
“Los trabajadores estamos sumamente preocupados. La inflación es el impuesto a la pobreza. Necesitamos tener moneda. Sin moneda no tenemos destino”, indicó Martínez. “El desafío de atenuar los niveles de inflación es un compromiso de todos los argentinos. El Gobierno tiene que articular entre todos los actores para que se termine con este proceso de inflación en la Argentina”, agregó.
Martínez insistió en que “la inflación es el impuesto a la pobreza, el colesterol malo de nuestra sociedad” y al respecto dijo que entiende “que las medidas que se pueden tomar para resolver este tema puedan generar daños colaterales, pero no puede ser que siempre afecten a un sector, su impacto tiene que ser repartido, que no sean los trabajadores y los salarios la variable de ajuste. Eso no lo vamos a aceptar y vamos a mostrar nuestra resistencia”, advirtió Martínez.
Además advirtió que “el sindicalismo no fue convocado a un diálogo “institucionalizado y sustentable” para debatir estos temas: “Los trabajadores somos conscientes de la oferta y la demanda” y del 30% de informalidad, afirmó.
En lo que señaló como un contexto de “alto voltaje macroeconómico actual, los trabajadores estamos preocupados: la inflación es el impuesto a la pobreza. El desafío como política de Estado es atenuar los niveles de inflación” y lograr los resultados necesarios para el proceso de inversión”.
TARIFAZOS
Además opinó que «la suba de tarifas es un atropello que afecta la posibilidad de vivir dignamente». Reclamó al Gobierno sensibilidad y escuchar «a la gente». Dijo que la inflación estará cerca de 20% y se quejó por la falta de control de precios. Indicó que seguramente se reabrirán paritarias.
Por otro lado, Martínez no mostró temor sobre la posibilidad de actualización de los convenios colectivos que datan de la década del 70, pero explicó que hoy los obreros de la construcción están rompiendo las veredas a mazazos. En ese aspecto expresó: “Capacito a los obreros para que sean competitivos, pero el sector empresario tiene que formar el contexto. Se necesitan empresarios que también sean dinámicos, que apuesten a la inversión, no solo a ganar dinero”, criticó.