La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Federación Marítima, Portuaria y Naval de la República Argentina (FEMPINRA) , entidades que conduce JUAN CARLOS SCHMID, con las organizaciones sindicales adheridas a las mismas participaron con un marcado protagonismo en la marcha de los jubilados al Congreso de la Nación realizada el 19 de marzo, en respaldo de su reclamo “ante las políticas de ajuste implementadas por el gobierno nacional, que han significado recortes y quita de derechos adquiridos”.
En ese sentido remarcaron: “Reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de los compañeros jubilados y exigimos el cese de la represión a sus manifestaciones legítimas”. Además, agregaron que “es imprescindible que las autoridades escuchen y atiendan sus demandas” y convocaron “a todos los trabajadores del transporte a sumarse a esta jornada de lucha”.
La CATT y FEMPINRA se reunió a las 16 horas con sus gremios adheridos en el punto de encuentro de Hipólito Yrigoyen y Luis Sáenz Peña, desde donde se sumo a la movilización que dio comienzo a las 17 horas, llegando a la proximidad del vallado dispuesto por el Gobierno a través del Ministerio de Seguridad de la Nación «que está en contra de todo tipo de manifestación pacífica», señalaron desde las entidades gremiales.
Con la presencia de representantes y dirigentes de los distintos sindicatos afiliados a ambas centrales, todos encolumnados tras la enorme pancarta «JUBILADOS SOMOS TODOS», acompañaron nuevamente a los jubilados en su movilización semanal por mejoras en sus haberes. «Reafirmamos nuestro apoyo total a sus reclamos y repudiamos, además, el excesivo operativo policial que atenta y vulnera nuestro legítimo derecho a la protesta», sostuvieron.
Y agregaron: «La lucha de los jubilados es la nuestra y estaremos presentes junto a ellos las veces que sean necesarias, hasta que este Gobierno neoliberal deje de recortarles derechos y los mate de hambre». A todo esto, si bien la marcha de los jubilados ganó un fuerte espacio en los medios instalando la idea de que se viene desarrollando periódicamente desde que el actual gobierno vetara la ley de movilidad jubilatoria en septiembre de 2024, la historia indica que arrancó en el gobierno de Menem en 1990.
En esta ocasión, debido a los últimos episodios de represión sumó adhesiones de distintas entidades gremiales, sociales y deportivas, entre otras. Ya no es el grito reclamando el 82 por ciento móvil como arrancó hace 35 años con Menem, el ex presidente admirado por MILEI, ahora es por llegar a un haber jubilatorio mínimo con el cual puedan acceder a una canasta básica y poder recuperar el 100% de cobertura en los medicamentos que este Gobierno de LLA les arrebató de un manotazo en pos del DÉFICIT FISCAL CERO.
LA VOZ DE LOS DIRIGENTES EN LA MARCHA
Con la FEMPINRA una vez más presente en la Plaza de los Dos Congresos apoyando a los jubilados en su lucha, el Secretario de Finanzas de la Federación Marítima Portuaria y Naval, ROBERTO CORIA, quien es Secretario General del Sindicato de GUINCHEROS, en una entrevista para el medio oficial de la FEMPINRA expresó: «Nuestra participación es el compromiso que tenemos con todos nuestros jubilados, más allá del hecho político de lo que están hoy cocinando en el Congreso». E indicó que este gobierno tiene que dar cuenta, tiene que saber que el Pueblo argentino no se deja atropellar tan fácilmente».
Por su parte, la referente de la CATT y Secretaría General del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras VIALES de la República Argentina, GRACIELA ALEÑA, marchó en defensa de los JUBILADOS en primera línea de la columna junto al secretario de prensa de la CATT y titular de los AERONAVENGATES, JUAN PABLO BREY, y demás dirigentes.
«Todo nuestro apoyo a los reclamos que desde hace tiempo vienen llevando a cabo las jubiladas y jubilados, en defensa de sus derechos y mucho más ahora ante el ajuste brutal sobre sus bolsillos que sufren por parte de las políticas de este Gobierno».
En este contexto, GRACIELA ALEÑA manifestó desde el STVYARA en representación de las y los Trabajadores Viales «nuestro repudio total al operativo de las fuerzas policiales comandadas por PATRICIA BULLRICH y a las vallas en el Congreso, que vulneran nuestro legítimo derecho a la protesta y a manifestarnos, amparados por nuestra Constitución Nacional», finalizó.
LOS JUBILADOS Y EL DÍA DE LA MARCHA 800
Una nota de PÁGINA 12 firmada por ADRIANA MEYER del 9 de agosto de 2007, destacaba las 800 MARCHAS frente al Congreso DE LOS JUBILADOS, cuando empezaron a reclamar durante el gobierno de MENEM. Ya para esa fecha la periodista remarcaba que «AHORA SON MENOS Y PASAN INADVERTIDOS, pero siguen realizando la protesta todos los miércoles. Piden el 82 por ciento móvil y que se haga efectivo un fallo de la Corte». Hoy desde el Gobierno la ministra de Seguridad habla de que apenas son 50 jubilados como si eso le bajara el valor a su reclamo por un final de su vida con dignidad.
Ese día de agosto de 2007, PÁGINA 12 remarcaba que, «el paso del tiempo, los palos de la policía, la lluvia helada y el sol agobiante redujeron poco a poco la concurrencia, pero nunca abandonaron la cita. Ayer los jubilados cumplieron su marcha número 800, siempre los miércoles frente al Congreso, y denunciaron que pasaron dieciséis años sin ser escuchados. Ya no es el grito de “¡450, 450!”, pero el pedido del “82 por ciento móvil” sigue vigente, es decir, la actualización de sus haberes de acuerdo con lo que ganan los trabajadores en actividad».
Y ponía el acento en que, los jubilados reclamaban para entonces a los gritos “que se cumpla de una vez por todas con lo dispuesto por la Corte Suprema y se establezca la movilidad en forma retroactiva para cumplir con lo que marca el artículo 14 bis de la Constitución”, mientras el acceso al Congreso del lado de la Cámara de Diputados «las puertas las volvían a cerrar como si este grupo de viejos empecinados fueran un riesgo para la seguridad del Parlamento». Parece, salvo las lamentables diferencias de un presente aún mucho más grave, desde donde se lo mire, que el tiempo no ha pasado con los jubilados penando en sus últimos años de vida.