La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina Seccional Buenos Aires, que lidera Héctor Daer, denunció «el accionar violento de Juan Craveri, que junto a la complicidad de la Policía de la Ciudad» reprimió y detuvo el 6 de junio a un delegado sindical por realizar una Asamblea Informativa en la puerta del Laboratorio. Cerca de las 20 horas de ese día fue liberado.
Así había actuado el 29 de marzo cuando con una falsa denuncia hizo detener a la Comisión Interna por el lapso de seis horas, también por hacer una asamblea en el comedor del establecimiento ante el despido de 47 trabajadores, quienes se enteraron de su situación cuando personal de seguridad les impidió el ingreso.
El 70% de los despedidos son mujeres, madres que sostienen un hogar con su trabajo, muchas de ellas con más de 10 años dentro de la empresa, otras a tan sólo dos años de jubilarse, quienes tienen negado el ingreso al igual que los delegados, pese a que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
Así da cuenta un comunicado de ATSA del 4 de junio rubricado por su secretario general, Héctor Daer, en el que informa acerca de «despidos e ilegalidad en el Laboratorio Craveri».
El documento denuncia que «desde 2018 los trabajadores y trabajadoras perciben su salario en cuotas, sin ningún tipo de previsibilidad ni contemplación. Ante los reclamos de nuestra organización sindical, la empresa intentó presentar un Procedimiento Preventivo de Crisis, pero jamás cumplimentó los requisitos. Desde entonces, hemos propuesto soluciones alternativas, pero Juan Craveri siempre se negó a aceptarlas o explorarlas, sin importarle jamás la vida de los y las trabajadoras. Más aún, los delegados sindicales que representan a la organización en el establecimiento han sido hostigados, perseguidos y reprimidos en cada instancia de reclamo por los derechos de sus compañeros y compañeras».
El empresario jamás aceptó trabajar con el gremio «para salir adelante, y hoy nuestros compañeros y compañeras sufren las consecuencias», denunció ATSA.