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Por una política al servicio del pueblo

EL CONGRESO DE LA USIMRA RECLAMÓ POR LA SITUACIÓN DE LOS TRABAJADORES  

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El 70º Congreso Nacional Ordinario de la Unión de Sindicatos de la Industria de la Madera (USIMRA), que lidera Jorge Gornatti, reunidos el 17 y 18 de mayo en el salón “Antonio Natalio Basso” del Hotel “Juan Domingo Perón” de la USIMRA, sito en Mar del Plata, sesionó bajo la consigna de “¡Basta de ajuste! Respeto a los derechos y a la dignidad de los trabajadores”.

En ese marco, advirtieron sobre “la feroz crisis socioeconómica que atraviesa nuestro país, producto de decisiones políticas equivocadas y la injerencia interna del FMI, que está empujando a más trabajadores a la pobreza y a los sectores sociales más vulnerables a la indigencia”.

Por eso, expresaron su “rechazo al ajuste sistemático y permanente que vienen soportando los trabajadores, fundamentalmente por la ineficiencia e insensibilidad con las que se adoptan medidas que no permiten avizorar una expectativa de cambio, tendientes a mejorar la situación que viven las familias argentinas”. Y, asimismo, comprometieron su accionar gremial “en la defensa irrestricta de los trabajadores, que deben ser los destinatarios fundamentales de las políticas y no la variable de ajuste”.

En la declaración final del cónclave de los trabajadores madereros, los congresales primeramente aprobaron “por unanimidad la totalidad de los puntos tratados en el orden del día de las dos administraciones, Obra Social y Sindical, así como todo lo actuado por la Comisión Directiva Central durante el periodo analizado.

Acto seguido, manifestaron su “discrepancia con la gestión de gobierno, ya que, como resultado de políticas inciertas y desacertadas, hoy el pueblo argentino está desesperanzado y angustiado ante la voracidad sin límites de una inflación descontrolada y una deuda externa inmoral que solo conducen al empeoramiento de las condiciones sociales presentes y futuras. En este contexto, solo se ven beneficiados los formadores de precios y los que apuestan a la timba financiera, mientras que continúa en franco deterioro la producción industrial nacional, el poder adquisitivo del salario y las posibilidades de que nuestro país se reponga de la crisis”.

En el tercer punto, los trabajadores madereros reiteraron su “rechazo histórico a todo intento de flexibilización laboral, ya sea a partir de nuevos formatos de reforma o a través de la modificación de los Convenios Colectivos de Trabajo sectoriales que no sean acordados libremente por las partes”. En ese sentido, hicieron “un llamamiento no solo al Poder Ejecutivo Nacional, sino a los legisladores, ya que como representantes del pueblo deben responder al mandato de las urnas, actuar con sentido de justicia y promover la defensa irrestricta del pueblo que representan.

En cuarto lugar, el documento final del congreso dio cuenta de la altísima evasión del sector empresario para con las instituciones de los trabajadores, en especial la obra social OSPIM. Por eso, el Congreso de la USIMRA reiteró “la exigencia a los empresarios de la industria maderera para que, de una vez por todas, cumplan con sus obligaciones”. Y consideraron que “la retención indebida de aportes y contribuciones se ha vuelto una práctica patronal sistemática, que muestra la falta de conciencia moral sobre las consecuencias que genera la evasión. Esto, sumado al brutal incremento de los insumos y prestaciones médicas y la ausencia del Estado, quien mantiene una enorme deuda con las Obras Sociales, han colocado al sistema en una situación de colapso e inhumana desprotección a la familia trabajadora”.

En cuanto al tema salarial, los congresales reconocieron “el trabajo permanente de la Comisión Paritaria Nacional Maderera, que cada año logra superar condiciones extremadamente adversas para avanzar en la discusión paritaria con el fin de alcanzar un salario digno para los compañeros madereros, ante los planteos egoístas e insensibles del sector empresario que no reconoce la descontrolada inflación ni la pérdida criminal del poder adquisitivo de los salarios que empobrece y angustia a los trabajadores y a los sectores más desprotegidos de la sociedad”.

En el punto sexto de la declaración, los sindicatos de la USIMRA manifestaron una vez más “la trascendencia del modelo sindical argentino, tomado como ejemplo a seguir por el movimiento obrero internacional, por ser la base del poder gremial colectivo en la reivindicación y la defensa de los derechos laborales”. Y al respecto, llamaron “a salvaguardar la vigencia de las organizaciones sindicales, único bastión efectivo en la defensa de los intereses de los trabajadores”. En ese orden, además le dijeron “no a la criminalización de la protesta social que emprende el movimiento obrero ante la ausencia de diálogo y políticas laborales protectorias”.

En el último punto, los congresales madereros reclamaron “la unidad urgente del movimiento obrero y del peronismo, con el fin de dar una batalla indispensable para lograr un cambio de timón en el destino de la Patria”. Y afirmaron que “en este año político, estamos llamados a ser protagonistas de la historia nacional y el futuro del país”.

LA DOCTRINA

En el cierre del documento del congreso -suscripto por el Secretariado Nacional de la USIMRA y sus sindicatos adheridos-, los referentes de la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina afirmaron que “en este presente esquivo para el pueblo trabajador debemos poner bien en alto las banderas de independencia económica, soberanía política y justicia social que nos legara Juan Domingo Perón y sostuviera nuestro eterno líder Antonio Natalio Basso. El pueblo argentino debe ejercer su soberanía en las decisiones políticas y económicas de gobierno, cuyo mandato es y siempre deberá ser velar por el bien común”.

Finalmente, afirmaron que “los ciudadanos somos la base constitutiva de la sociedad y los trabajadores los generadores de la riqueza del país. Por eso, la economía debe estar al servicio del pueblo y la política en función de las necesidades de la sociedad. Queremos vivir en un país que respete y valore el esfuerzo laboral, en lugar del facilismo financiero, un país donde las instituciones democráticas, entre ellas los sindicatos, sean respetadas por la representación social concreta de los hombres y mujeres que lo habitan”.