«Administrar los fondos de la salud de los trabajadores con responsabilidad, cuidando que vayan a solucionar los problemas de salud de afiliados y familias, como así también implementar acciones de prevención», hacen al objetivo de las obras sociales sindicales, y en particular de la OSTRAC, entidad de la salud que preside el secretario general de la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC), Juan Antonio Palacios, secundado desde la Dirección de Control y Gestión por Héctor Santiago Agüero, secretario de Acción Social y Actas de la organización gremial.
«Los recursos van a solventar lo que corresponde, el cuidado de la salud de nuestras familias. Administrarlos no es otra cosa que resguardar en forma organizada y transparente los intereses de nuestros afiliados y grupos familiares, de modo que la obra social siempre cuente con los fondos para la cobertura de su salud», coinciden Palacios y Agüero.
Pero administrar una obra social como la OSTRAC que el 17 de diciembre cumplirá 44 años de vida institucional, no es una tarea fácil, mucho menos cuando «tenemos que lidiar con la justicia, los prestadores, los laboratorios y el mismo Estado que no reintegra la plata del Fondo Solidario de Redistribución por prestaciones especiales o de alta complejidad», advirtieron los dirigentes.
Este último es un tema que afecta a la mayoría de las obras sociales, y «es así como nos desfinancian, incluso poniendo en riesgo de quiebra a algunas entidades», y a esto de que el Estado no devuelve los fondos se suman «casos tristemente terminales que los propios médicos ratifican una y otra vez que son irreversibles, y por ahí la justicia falla de forma que significa una erogación varias veces millonaria para la obra social que no le resuelve nada al paciente, esto dicho por los propios médicos, y lo único que hace es ir en beneficio de un laboratorio determinado que provee una droga específica o lo que sea. Estos casos, que solo Dios sabe cómo resolver el grave estado de salud de ese afiliado o beneficiario, solo sirven para que ese paciente y su familia agoten un crédito de esperanza, que financia la obra social por imposición de la justicia», concluyó Juan Palacios.
RESPETUOSOS DEL ORIGEN SOLIDARIO
Cuando se desregulan las obras sociales abriendo la posibilidad a los afiliados de optar por otra obra social que no sea la del gremio al que está encuadrado según su actividad, «en un principio se pensó que se iba a respetar el estado de cada obra social, pero no fue así. A partir de ahí empezó, por decirlo descarnadamente, una casería salvaje entre las obras sociales quitándose los afiliados», recordó Héctor Agüero, e inmediatamente hizo hincapié en que por ese entonces «la OSTRAC por decisión de nosotros, sus dirigentes, no entramos en esa modalidad respetando la obra social de origen de los gremios hermanos, sí hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para conservar a nuestra gente, viendo de no sufrir las consecuencias de esta desregulación, que no nos sacaran ningún afiliado. Jamás fuimos a quitarle ningún afiliado a otra obra social, respetuosos y consecuentes con el marco solidario que dio origen al sistema de salud de las obras sociales sindicales».
EN DEFENSA DE PROPIOS Y EXTRAÑOS
En este contexto, Héctor Agüero ponderó que la AATRAC no solo se destaca por su lucha, por la defensa permanente de los derechos de los trabajadores, sino porque ha tenido que ejercer la defensa de su obra social de ataques de propios y extraños. «Nos hemos visto sometidos a convenios que no se ajustan a lo que corresponde a una obra social, y en ese marco hay prestaciones que no están al alcance de la obra social poder darlas, y pese a eso hemos podido llegar de alguna manera a todos los afiliados a la obra social de todo el país, hecho que se ha logrado a través de la prestadora, por supuesto que con mucha colaboración de nuestro sindicato y la obra social, viendo de responder a las necesidades de todos los compañeros».
Por todo ello, «estos 44 años que estaremos cumpliendo en la OSTRAC, concordante con el 75º que cumplirá este año la AATRAC, confluirán en un festejo en comunión de vida institucional, por un lado brindando salud, y por el otro llevando adelante una defensa gremial que nos enorgullece», concluyó Agüero.