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«Como siempre veníamos corriendo detrás de la inflación y dado los conflictos que se presentaban a la hora de tener que negociar el tema salarial en 2016, pensamos e ingeniamos con un conjunto de dirigentes sindicales de la Federación de Gremios Estatales a la que pertenecemos y UPCN, la famosa cláusula gatillo para proponérsela al gobierno provincial para este año 2017, y funcionó», aseguró el secretario general del Sindicato de Salud Pública de la Provincia de Buenos Aires (SSP), Miguel Ángel Zubieta.

Desde esa usina de ideas que genera alternativas para lograr el mayor beneficio para los trabajadores, Zubieta contó acerca de la ingeniería desarrollada en la mesa paritaria que llevó a ir sumando bonificaciones remunerativas, que junto al básico conforman el sueldo final que iguala al básico que cobran los trabajadores de la salud del sector privado.

Finalmente al mencionar el acuerdo firmado y reafirmado con el gobierno por el pase a planta de 20 mil temporarios mensuales y 5 mil becarios en tres etapas -2017, 2018 y 2019-, el dirigente puso bajo la lupa las intenciones del Estado provincial de ir por el achicamiento de la administración pública y, en sentido, remitió a «la trampa del gobierno con el decreto 272 que impone el congelamiento de vacantes», cuestión que va de contramano a las actas firmadas del pase a planta.

Al abundar sobre la novedosa cláusula gatillo en la mesa paritaria, Miguel Ángel Zubieta contó que cuando la propusieron había causado «un cierto enojo de algunos dirigentes que no entendían bien de qué se trataba, sin embargo hoy todos hablan de la cláusula gatillo. Porque es a partir de esta ocurrencia que ahora tenemos la posibilidad de correr por delante de la inflación», remarcó el dirigente.

En cuanto al escenario que dio origen a esta «genialidad» de Zubieta y sus pares del Frente de Gremios Estatales platenses que puso paños fríos al conflicto permanente que tenían con el gobierno provincial cada vez que debían discutir el tema salarial en 2016, el titular del SSP dio detalles de cómo surgió este mecanismo al que recurren muchos gremios. A partir de la pauta inflacionaria que bajó el gobierno nacional, «el gobierno provincial nos planteó cerrar con no más del 25% el 2016, a lo que los trabajadores estatales le dijimos que no. Así, en medio de una conflictividad constante, fuimos cerrando primero un 15% en marzo, luego un 16% en julio y agosto, en octubre buscamos discutir paritarias otra vez porque la inflación nos venía comiendo el salario, pero terminamos llegando a diciembre sin ponernos de acuerdo. Venían momentos de conflictividad, y ahí tuvimos que hacer un acuerdo pensando en ese trimestre, con lo cual pudimos cerrar para octubre, noviembre y diciembre un aumento del 7%, que se agregó al 31% y pico que habíamos conseguido. De esta forma el trabajador de la salud tuvo una recomposición salarial que sumó 38% con puntos por arriba que lo llevaron a superar el 42%, mientras que la inflación real para el 2016 se calculaba en un 41%. Así que en el 2016 logramos algo más que igualar la inflación de todo el año, y ya disparamos dos veces la cláusula gatillo».

INGENIO E INGENIERÍA

Entrando en los pormenores de la paritaria estatal bonaerense, Miguel Ángel Zubieta fue describiendo la técnica que desde hace tiempo deben desplegar en paritarias para allanar los caminos a un acuerdo posible. «Esta ingeniería a la que me refiero comprende la suma de bonificaciones remunerativas que junto al básico de cinco mil pesos llegan a conformar un sueldo final que iguala al básico que cobran los trabajadores de la salud del sector privado, que ronda los 16 mil pesos».

Zubieta detalló al respecto que «la Administración Pública Provincial (APP) tiene un básico muy bajo de cinco mil pesos, comparado con los 15 o 16 mil del trabajador de la salud del sector privado en el que todo forma parte del básico. La diferencia está en que a los cinco mil de nuestros básicos se le suma un gran número de bonificaciones remunerativas hasta llegar a un sueldo conformado que prácticamente equipara al del privado, y que al ser todo remunerativo lo cobran incluso los compañeros jubilados del sector de la salud pública».

PASE A PLANTA Y DEC.272

En la negociación que el SSP fue llevando adelante con el gobierno provincial, además del tema salarial puso arriba de la mesa la problemática del pase a planta, la estabilidad laboral de los temporarios mensuales así como de los becarios, para el caso un tema propio del SSP. «En ese marco de negociación formó parte del acuerdo de ese momento el pase a planta de 20 mil compañeros temporarios, que sumó además cinco mil becarios que solo tienen que ver con nuestro sindicato. Fue un acuerdo que volvimos a refrescar hace un par de meses en un encuentro en Mar del Plata, donde se firmó otro acta acuerdo donde quedó en claro que no puede venir nadie a echar a un compañero por estar indefensa su estabilidad”.

En ese acuerdo quedó establecido que el pase a planta será en tres etapas: una parte en 2017, en la que ya se está trabajando, otra en 2018 y la última en 2019.

De todas formas, en este tema, Miguel Ángel Zubieta terminó encendiendo una luz de alerta: Mientras por un lado el gobierno rubricó y ratificó un acuerdo por el pase a planta, por el otro todo indica que va por el achicamiento de la Administración Pública. Esto se refleja con el Decreto 272 que sacó este año, según dio cuenta el titular del SSP, simplemente porque establece el «congelamiento de vacantes».