La Comisión Directiva Central y el Consejo Federal del Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (SICONARA), que conduce Mariano VILAR, llevó adelante una reunión con los tripulantes de los buques TANGONEROS congeladores donde resolvieron ratificar por unanimidad el rechazo a la propuesta realizada por las cámaras empresarias congeladoras para la especie langostino.
«Ello, habida cuenta que la misma, además de contener nuevos parámetros de remuneración por producción, contiene cláusulas que implican la aceptación del régimen laboral correspondiente al ‘trabajo por temporada’ y no garantiza la vigencia de acuerdos individuales más ventajosos. Asimismo y también por unanimidad, se encargó al Secretariado Nacional reanudar la negociación», comunicaron.
Días atrás, el SICONARA ponía al tanto a sus representados que «debido a la intransigencia de la parte empresaria, fracasaron las dos reuniones multitudinarias que se realizaron los días 17 y 18 de junio en la Secretaria de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación».
De las mismas participaron altos funcionarios de esa cartera de Estado, los gobernadores de las provincias de Chubut y Santa Cruz, los intendentes de las ciudades de Puerto Madryn y Puerto Deseado, las cámaras empresarias del sector pesquero congelador y las asociaciones sindicales de los trabajadores embarcados.
Ambas reuniones fueron convocadas por la Autoridad Laboral «con motivo del inédito, insólito y salvaje paro empresario que mantiene inactiva la flota pesquera congeladora langostinera, sometiendo a la angustia, desesperación e incertidumbre a sus tripulantes, sus familias y a las comunidades donde residen», remarcó el gremio.
Agregó entonces que, «la cruel medida extorsiva empresaria pretende enmascararse en una supuesta pérdida de rentabilidad, no acreditada documentalmente, que haría inviable el negocio de la pesca, congelado y comercialización de langostino. Al decir empresario, los salarios de los trabajadores serían la principal causa de sus quebrantos económicos, seguido por los bajos precios de mercado y la competencia del camarón de criadero, entre otros».
Y señalaron que, «la única solución posible, para ellos, consiste en una simple, lisa y llana rebaja del TREINTA POR CIENTO (30%) de los salarios por producción de las tripulaciones, además de otras modificaciones convencionales. Así lo aclararon en las mencionadas audiencias».
Sin embargo, el SICONARA denunció que «omitieron deliberadamente iniciar el procedimiento previsto en la ley 24.013 (de Empleo) para que la actividad pesquera congeladora de langostino eventualmente pueda ser declarada “en crisis”, porque para ello deben justificar su pedido de rebaja salarial y modificaciones convencionales -a la baja-, “mostrando los papeles”.
En este contexto, apuntaron a que «esta demora demuestra que se quiso sorprender a los tripulantes en estado de necesidad para que acepten sus abusivas condiciones. La actitud insensible de la parte empresaria traspasa los límites de la temeridad y se parece a la de un torturador patronal que pretende arrancarle a sus víctimas un “consentimiento convencional” mediante el hambre».
Y pusieron al descubierto que el mismo Estado, «mediante la Secretaría de Trabajo, accedió a no cobrar una parte importante de las contribuciones previsionales para mejorar su pretendida falta de rentabilidad. Si con eso no les alcanza, que no cuenten con el salario de los trabajadores y, mucho menos, arrancados por esta vil, burda, cruel y artera maniobra».
Finalmente, SICONARA expresó su deseo de «que los rumores de la inminente quiebra de la paz social y sus imprevisibles consecuencias los hagan reflexionar, antes que sea tarde, y se sienten nuevamente a la mesa de diálogo con actitud sincera y verdadera responsabilidad social empresaria».