“¡NO A LOS DESPIDOS en el PAMI! ¡NO SOBRA NADIE!, salió a denunciar el lunes 20 de enero el Consejo Directivo Nacional de la UNIÓN TRABAJADORES del ESTADO (UTERA) que lidera RUBÉN GRIMALDI, ante los más de 230 despidos de planta permanente en el Instituto. Exigió la inmediata ¡REINCORPORACIÓN DE TODOS LOS COMPAÑEROS!», en el marco de una crisis provocada en el PAMI a partir de las «desmedidas» que aplica el Ejecutivo nacional sin una pizca de sensibilidad social y sin importarle las consecuencias.
Despidos que las y los trabajadores afectados no han sido notificados como dicta la ley, sino que fueron anunciados informalmente por el organismo y ratificados de hecho al impedirles el ingreso para cumplir con sus tareas. Tal el caso de las y los empleados de la plantilla del PAMI central que, cuando quisieron fichar para entrar y dirigirse a sus puestos de trabajo, el sistema les rechazó las huellas dactilares pese a que en el hall de entrada reza la frase «Bienvenidos» al Instituto.
Los despidos sin previo aviso ejecutados dentro del plan de recortes del sector público que impulsa sin previo aviso «EL TOPO» enquistado dentro mismo del Estado, generó una ola de protestas en las dependencias del PAMI de distintos puntos del país.
Las agencias de la provincia de Buenos Aires, como La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca, junto a las sedes centrales del organismo, han sido alcanzadas por este avance de «la moto sierra libertaria» que arroja a la fosa del desempleo a miles y miles de trabajadores que, en este caso puntual, serrucha y afecta al personal que trabajaba en áreas sensibles del Instituto, poniendo en jaque la atención de millones de jubilados y pensionados.
Esta situación dio lugar a que el personal despedido del PAMI central, se concentrara en hall de la sede ubicada sobre la Av. Corrientes 650 del micro centro de la ciudad de Buenos Aires, donde resistieron ante la presencia del personal de seguridad privada que desempeña funciones en el lugar, quienes observaban perplejos cómo más conciudadanos se quedaban sin trabajo, víctimas del brutal e inescrupuloso ajuste del gobierno, tanto en el orden estatal como privado que arrancó el 10 de diciembre de 2023, inmediatamente que asumió.
Según trascendió, los despidos que se llevarán a cabo, fueron comunicados de manera informal por “los gerentes de cada área” y crecen en las unidades del PAMI de distintas zonas del país. En los últimos meses, distintas fuentes gremiales han venido advirtiendo sobre «ajustes» en el personal -así lo califican- que afectarían el normal funcionamiento del organismo. Como suele ocurrir en los demás organismos del Estado que sufren recortes, desde PAMI no se emitió ningún comunicado oficial sobre lo sucedido. Mientras tanto, los empleados siguen a la espera de respuestas que aclaren la situación y brinden certezas sobre su futuro laboral.
En este sentido, desde la UTERA vienen denunciando a viva voz que «EN EL PAMI NO SOBRA NADIE», por el contrario, advierten que «no tenemos la cantidad de agentes, personal efectivo, como teníamos en otros momentos en el PAMI”, remarcó oportunamente el titular de UTERA, RUBÉN GRIMALDI, un dirigente del riñón gremial del PAMI, cuando ya en los primeros días de agosto de 2024 puso en la mira la saturación de los Servicios Sociales dentro del Instituto Nacional para la Atención de Jubilados y Pensionados (INSSPJP).
Por entonces GRIMALDI advertía que, «con la misma cantidad de trabajadores ahora debemos responder y atender a toda la gente que antes tenía prepaga u obra social y que por cuestiones económicas se han volcado al INSSPJP. Por eso HOY EN EL PAMI NO SOBRA NADIE. Hoy tenemos la misma cantidad de personal que en el año 1993 cuando atendíamos 2,3 millones de afiliados, pero ahora tenemos más de 5 millones porque se están pasando al PAMI todos los que tenían una prepaga, obra social o un pequeño servicio de salud, con lo cual estamos sobrecargados», detalló.
Y planteó que, «lo importante es que en el Gobierno se sienten a discutir qué es lo que realmente hace falta y lo que no, porque en el PAMI realmente la gente no sobra. Nosotros tenemos hoy seis efectores de salud propios, hospitales en los que en algunos casos no podemos terminar de atender a la cantidad de pacientes que deberíamos por la falta de recursos humanos”, alertaba RUBEN GRIMALDI hace seis meses atrás. Pero el gobierno demuestra en los hechos que no está dispuesto a escuchar y si a dilatar, tan solo para avanzar sin miramientos en su propósito: el achicamiento del Estado de Bienestar hasta hacerlo desaparecer.
FUENTE: PRENSA UTERA / ARCHIVO CROSIND / NOTICIAS ARGENTINAS / TIEMPO ARGENTINO / GRUPO LA PROVINCIA.COM
CRÉDITO FOTO: AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS – CLAUDIO FANCHI