Los secretarios generales de los Sindicatos Papeleros de todo el país, junto a la Conducción Nacional de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos (FOEIPCYQ) que encabezada JOSÉ RAMÓN LUQUE, debatieron en el marco de la Reunión Extraordinaria del CONSEJO FEDERAL las acuciantes problemáticas que a lo largo y ancho del país vive hoy el Pueblo argentino «en un país devastado, concursado y en quiebra». A partir de «la brutal política de ajuste puesta en ejecución por el gobierno nacional que ha sumergido en pocos meses a gran parte de la población en una crisis económica que se potencia con cada nueva medida adoptada».
La FOEIPCYQ dejó en claro que, las citadas problemáticas «nos preocupan profundamente, pero no nos inmovilizan, sino que reafirman nuestra convicción de que la salida es a través de la lucha, y que la gravedad del momento nos llama a organizarnos para resistir y avanzar». Y en ese sentido, extendió la convocatoria «a todos los gremios hermanos y a quienes desde la militancia política compartan nuestro convencimiento, confiados de poder tomar un nuevo rumbo que, con victoria o derrota, nos dejó al menos en la seguridad de haber actuado según nuestras más honestas convicciones».
A través de un Documento Final, el Consejo Federal de la FOEIPCYQ que sesionó entre el 21 y 22 de agosto en la ciudad bonaerense de Quilmes, denuncia que «una creciente multitud de compatriotas pobres e indigentes observa azorada el abandono del que son objeto por parte de la clase política». Al tiempo que señala que «también la clase media viene perdiendo derechos y ve encenderse en rápida sucesión todas las luces de alerta, ante mejoras prometidas que no llegan. La merma en su poder adquisitivo le impide mantener su posición social, y los signos de su decadencia se ven acompañados, además, con una total falta de perspectivas para una eventual recuperación futura».
Y agrega que, «la violenta contracción de la actividad económica, sumado al plan sistemático de achicar el Estado ha dejado un tendal de despidos , que implica para cada compañero que pierde el empleo y para su familia, el comienzo de un drama social ya bien conocido por un porcentaje significativo de quienes tienen edad para trabajar. En tanto, los jubilados deben afrontar la liberación de precios de alimentos y medicamentos padeciendo la obsesión ideológica por limitar las erogaciones públicas a toda costa, incluso pasando por sobre la salud y las necesidades básicas».
Para luego denunciar que, «los trabajadores, registrados o no, padecemos un constante arrebato de derechos. Cuando la tendencia mundial es reducir la jornada y recortar la semana laboral, trabajamos una cantidad de horas superior al límite legal, y aún así, muchos no logramos esquivar la pobreza. Los trabajadores argentinos nos contamos entre los más pobres de América latina».
Frente a esta desesperante situación, la Federación Papelera indica que «sin embargo, en Argentina las leyes fueron recientemente modificadas en perjuicio de los que trabajan. Las reformas introducidas en la legislación laboral por la ley 27.742, denominada «Ley de Bases», vulneran derechos históricos de los trabajadores, a la vez que debilitan la capacidad de respuesta de las organizaciones que los nuclean y representan».
Y pasa a detallar: «Allí se elimina todas las multas por trabajo no registrado, se legalizan la informalidad y la tercerización fraudulenta, se intenta ‘deslaboralizar’ las relaciones laborales, quitando derechos tales como la jornada, el aguinaldo, las vacaciones, el convenio colectivo de trabajo y la negociación colectiva. Se pretende, además, criminalizar la protesta y la actividad de los sindicatos, mientras se promueve la negociación de convenios con peores condiciones de trabajo, como la creación del fondo de cese en reemplazo de la indemnización por despido o la extensión del período de prueba, llegando al punto de incluir la autorización de la discriminación en el despido. Así, se pretende dejarnos a las puertas del congelamiento salarial», alerta la entidad sindical.
El pronunciamiento de los Trabajadores Papeleros, también apuntó a «la deuda externa, ilegítima e inmoral», que «condiciona el presente y embarga el futuro de muchas generaciones de argentinos». Considerando que: «Los responsables de haberla contraído se burlan del pueblo asegurando que el endeudamiento es para mejorar la situación del país, cuando la realidad es que sólo sirve para esclavizar a sus habitantes, haciéndolos renunciar de manera inconsulta a su libertad, su independencia y su soberanía». Y que, «el dinero ya no está, lo fugaron los mismos que en la actualidad son beneficiados por este modelo económico y social para unos pocos, pero la deuda existe y hay que pagarla sometiendo al pueblo a los designios del Fondo Monetario Internacional».
Y no dejaron pasar que, «dando continuidad a la lógica macrista, el gobierno de La Libertad Avanza tomó la decisión de enviar oro de las reservas del Banco Central de la República Argentina como garantía de préstamos, prenda ante inversores dispuestos a aportar fondos frescos para contener el fracaso económico del gobierno, u otras alternativas que quedan abiertas a la más amplia especulación, dada la nula transparencia con la que se están realizando estas operaciones».
Abordaron además, la problemática del Sistema Solidario de Salud. «El desfinanciamiento de las Obras Sociales Sindicales atraviesa un momento especialmente crítico. La disfuncionalidad de un sistema que las carga de obligaciones en constante expansión sin disponer fuentes adicionales de recursos hace temer su desaparición, con la consecuente catástrofe que significaría que varios millones de personas se queden sin cobertura sanitaria. La experiencia de muchos años de brindar salud a nuestros compañeros nos ha permitido elaborar una alternativa superadora que permitiría su salvataje y continuidad en el tiempo, garantizando la salud de la familia trabajadora, cuya adopción impulsaremos por todos los medios a nuestro alcance».
En este contexto, la FOEIPCYQ destaca que «los trabajadores hemos enfrentando a este Gobierno desde el mismo momento en que inició su ofensiva contra nuestros derechos. No obstante, aún no pudimos frenarla, y limitándonos sólo a lo actuado, aceptamos el ingreso a una etapa donde todo será objeto de negociación desde la posición más débil». Y pasó a señalar que, «existe un sector de monjes negros del sindicalismo argentino que desalienta todo plan de lucha, marcha, movilización o medida de acción directa, con lo cual terminan siendo funcionales a las políticas destructivas que le gobierno nacional ejerce en lo económico y social contra la clase trabajadora, Entendemos que aún la respuesta obrera organizada no ha tenido la contundencia que las políticas del gobierno nacional sí han tenido en perjuicio del pueblo».
Concluyendo en que: «Resulta necesario, por lo tanto, dar un cambio desde abajo. Para ello, los trabajadores debemos movilizarnos, organizar intersindicales en cada zona de actuación con los compañeros que buscan un lugar para representar genuinamente a los trabajadores y forjar un movimiento obrero con pautas diferentes: donde el gremio más pequeño tenga la misma posibilidad de resolver que el más importante numéricamente, que exprese las demandas del pueblo trabajador, jugándose en cada acción como lo hicieron en el pasado otros compañeros cuando se cercenaron derechos, provocando pobreza y desocupación. Complementariamente, habrá que recrear un espacio multisectorial de participación política, que sustente el impulso a nuestros proyectos en el terreno institucional», finalizó la proclama Papelera.
