El Sindicato de Peones de Taxis de Capital Federal manifestó hoy su preocupación por la pérdida salarial que vive el sector de taxis, que tuvo una caída del 41 % en el último año.
“Estamos trabajando para revertir este desfasaje que golpeó duro por el brote inflacionario en los últimos meses por los aumentos”, indicaron en forma conjunta Jorge García y Miguel Ángel Soto, Secretario General y Adjunto, respectivamente.
Desde el gremio sostuvieron que un peón de taxi en la Ciudad de Buenos Aires cobra un básico de $ 347.697, y que no cubre los actuales niveles de costo de vida de una familia. Desde enero del 2023 a la fecha, la brecha fue del 41 % de retraso salarial frente a los índices que miden el IPC. “El impacto golpea también a la rentabilidad empresaria, y no podemos permitir que crezca la brecha. Las últimas subas de los combustibles se sienten”, dijo García.
Si bien reconocieron que en febrero hubo un aumento del 20 % que llevó la bajada de bandera diurna a 657 pesos y se espera otro incremento tarifario para marzo del 30 %, “la recesión ya se ve en las calles.
Hoy un peón debe trabajar un promedio mínimo de 12 horas diarias para pelearle al costo de vida. Necesitamos que se achique la inflación, si los porcentajes crecen, la crisis pegará de lleno”, indicaron desde el gremio, que es un brazo estratégico de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Sobre la caída de la “Ley Ómnibus” y de su vuelta a comisiones en el Congreso Nacional, García y Soto coincidieron en que primó la “racionalidad” y descomprime la presión social. “Estuvimos presentes en la calles junto a los gremios hermanos de la CGT haciendo oír nuestro rechazo a lo que consideramos que es un atropello de Javier Milei a la ciudadanía.
Continuaremos defendiendo la actual Ley de Contrato de Trabajo o luchando contra cualquier interés que impulse una reforma laboral que precarice la condiciones de vida de los trabajadores”, finalizaron.