La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA), liderada por Juan Carlos Schmid, realizó hoy un Plenario Nacional Ampliado en la Isla Demarchi ante una masiva concurrencia, que contó con la presencia de todos los gremios de la Federación y de la Ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos”, para debatir sobre distintas problemáticas del sector y respaldar la candidatura presidencial de Sergio Massa, de cara a las próximas elecciones del 22 de octubre. “Hemos transitado este período apoyando al gobierno y también hemos sido críticos frente a situaciones que ameritaban serlo. Sin embargo, la experiencia histórica nos señala que lo que se pone en juego en este contexto es de mayor profundidad”, sostuvo Schmid.
De esta manera el dirigente gremial, quien es también Secretario General del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (DragyBal), sostuvo que “nuestra área ha padecido el infortunio de quienes propiciaron las políticas del libre mercado y nosotros sabemos que la concentración del capital implica la pérdida de libertad política y que, sin ella, cada uno de los derechos sociales corren riesgos de desaparecer”. Y agregó: “El retroceso, político, social, económico y cultural que promueven los programas de gobierno de las fuerzas reaccionarias opositoras representan una amenaza concreta a nuestra forma de vida, y también a las relaciones de trabajo mediadas por el accionar de los sindicatos”.
Asimismo, Schmid destacó que “lo que el Milei propone está relacionado con un modelo económico que desguazó a la Industria Naval, desreguló la política portuaria e hizo desaparecer a nuestra flota de bandera”, y afirmó: “La libertad de mercado no tiene correlato en la libertad política”.
Además, señaló que “también la coalición Juntos por el Cambio basa su propuesta en la eliminación del adversario político y amenaza al Movimiento Obrero con la persecución sistemática por no adherir a su programa de suprimir derechos laborales”, y añadió “lo que está en disputa es el proyecto de país que deseamos tener”.
Finalmente, el sindicalista dijo: “Este año se cumplen 40 años de democracia y debemos rediscutir su sentido en función de las deudas pendientes. Naturalmente no podemos alentar el destino de una libertad ilimitada sin mayor compromiso que la defensa del interés individual”, y cerró: “La confusión ideológica es aprovechada por los vivos de siempre que nos prometen que el rebaño va a estar bien cuidado por el lobo”.
DECLARACION DEL PLENARIO NACIONAL DE FEMPINRA
DEFENDER LA CAUSA DEL PUEBLO
Estamos atravesando un momento de inflexión en nuestro país que nos demanda asumir la conciencia patriótica.
Hemos transitado este período apoyando al gobierno y también hemos sido críticos frente a situaciones que ameritaban serlo. Sin embargo, la experiencia histórica nos señala que lo que se pone en juego en este contexto es de mayor profundidad.
Nuestra área ha padecido el infortunio de quienes propiciaron las políticas del libre mercado. Sabemos que la concentración del capital implica la pérdida de libertad política y que sin ella, cada uno de los derechos sociales corre riesgos de desaparecer.
El retroceso, político, social, económico y cultural que promueven los programas de gobierno de las fuerzas reaccionarias opositoras representa una amenaza concreta a nuestra forma de vida, y también a las relaciones de trabajo mediadas por el accionar de los sindicatos.
No obstante, a pesar de que las evidencias están a mano y los discursos ya no ocultan las intenciones de los planes políticos agitados por la derecha contra la clase trabajadora, parece no estar del todo claro que los verdugos sean percibidos como tales.
Personajes como Milei han sabido explotar la propagación del malestar social en los nichos mediáticos. Sus intervenciones virulentas encuentran asidero en un segmento social que hace del malestar político una causa. Pero ello no quiere decir que sus propuestas redunden en mejoras de las condiciones de vida para las mayorías populares.
Por el contrario, lo que el “libertario” propone está relacionado con un modelo económico que desguazó a la Industria Naval, desreguló la política portuaria e hizo desaparecer a nuestra flota de bandera.
Insistimos en señalar que la libertad de mercado no tiene correlato en la libertad política. Lo expuso cuando atacó sin miramientos al Papa Francisco, dando cuenta de su carácter autoritario. Y cuando desconoció la lucha histórica por los derechos humanos, patrimonio histórico del pueblo argentino (fueron treinta mil desaparecidos).
Algo similar promueve la coalición Juntos por el Cambio que basa su propuesta en la eliminación del adversario político y amenaza al Movimiento Obrero con la persecución sistemática por no adherir a su programa de suprimir derechos laborales.
Ante estas proposiciones que afirman que la Justicia Social es una aberración, tenemos que tener en claro que la misma ha sido una demanda de todos los tiempos por parte de los humildes, de los trabajadores y de los pueblos.
Lo que está en disputa es el proyecto de país que deseamos tener.
Nosotros no podemos estar confundidos a la hora de apreciar esta pugna porque el mercado, la rentabilidad y la individualidad equivalen a la sociedad del descarte. La puja siempre estuvo entre los representantes de esa sociedad exclusiva y nosotros, hombres y mujeres de trabajo.
Ellos quieren que nosotros pensemos y calculemos en dólares. Ellos quieren que nosotros creamos que los convenios colectivos de trabajo desalientan la inversión. Ellos quieren que nosotros solo nos miremos a nosotros mismos, sin pensar en los demás. Ellos quieren que nosotros creamos que las mujeres exageran con la violencia de género. Ellos quieren que creamos que los economistas, que hablan por televisión, saben más que todos cuando se refieren a las “bondades” de un programa para pocos. Todo eso que ellos pregonan es una enorme mentira.
Nosotros, en tanto, somos producto de nuestras luchas, de nuestras construcciones colectivas y también de nuestros desencuentros. Pero debemos hacer lo que nos conviene como país. Ello implica construir una Nación donde todos nos sintamos hijos de la Patria. Aún en momentos de confusión, como el actual, es temerario dar saltos al vacío.
Este año se cumplen 40 años de democracia debemos rediscutir su sentido en función de las deudas pendientes; naturalmente no podemos alentar el destino de una libertad ilimitada sin mayor compromiso que la defensa del interés individual. Esos no son nuestros principios!!.
La confusión ideológica es aprovechada por los vivos de siempre que nos prometen que el rebaño va a estar bien cuidado por el lobo. Muchos compatriotas viven en una situación extrema, y estamos lejos de alcanzar la Justicia Social. Por eso advertimos que el bastón y la motosierra son signos de profunda oscuridad y no de esperanza. En las antípodas de ese pensamiento sostenemos un estado presente que garantice educación, salud, jubilaciones dignas y el desarrollo de nuestra nación.
La Patria nos reclama un compromiso y un esfuerzo patriótico despojándonos de toda mezquindad ideológica, entendiendo que sin realización colectiva no es posible la comunidad organizada.
Estamos convencidos que los trabajadores somos los protagonistas del cambio social, porque somos los militantes de una causa invencible.
Primero está siempre la Patria. Si la Patria está en peligro, nosotros también lo estamos. Nuestra responsabilidad moral es defenderla para levantar el proyecto nacional que es la causa del pueblo.
ISLA DE MARCHI
6 de octubre 2023