Este domingo 30 de abril se cumple el primer aniversario del fallecimiento de Antonio Álvarez, quien fuera vicepresidente de la Asociación del Personal Superior de las Empresas de Energía durante varios períodos desde 1989. En este contexto, el 21 de abril la APSEE realizó en la proximidad de cumplirse un año de su partida un sentido homenaje en un acto que encabezó su líder Carlos Minucci junto a Victoria «Vicky» Massara, esposa del noble y entrañable dirigente que recibió su tributo con la colocación de una placa en su memoria que le puso nombre a Sala de la Secretaría General «Antonio Tomás Álvarez».
De esta forma, por iniciativa del secretario general de la APSEE, Carlos Minucci, los Jerárquicos de las Empresas de la Energía Eléctrica recordaron a uno de sus más notables y valiosos dirigentes, sobre todo a un gran ser humano. «Un compañero que en el 89 fue vicepresidente de la Asociación, un gran dirigente con alto grado de compañerismo, capacidad de trabajo, que lamentablemente lo perdimos físicamente. Este es el modo que tenemos de reconocer a alguien que ha dejado una huella importantísima en todos nosotros y en la asociación que la dejamos plasmada en esta placa que estará en la entrada a esta sala donde durante muchos años estuvo su despacho de trabajo como vicepresidente», señaló el secretario general de la APSEE.
Y agregó: «En este lugar donde estuvo y por el que transitó le rendimos homenaje y hacemos visible su memoria, la de un trabajador jerárquico que ha sido un ejemplo para todos nosotros, para todos aquellos que han amado y amamos nuestra querida asociación. Un gran hombre que ha dado todo su esfuerzo y su vida por la institución, ya que en su representación siguió trabajando incluso estando enfermo. Con esta placa le hacemos este homenaje a uno de los hombres a quien le debemos que esta asociación continúe creciendo. Antonio está en el lugar que merece. Gracias a todos y a seguir su ejemplo», concluyó Carlos Minucci.
Seguidamente, el subsecretario de la Juventud de la APSEE, Gabriel Fernández, discípulo de Antonio Álvarez que era un gran amigo de su padre que formó parte de la Comisión Directiva en los años ’80, remarcó que su relación con Antonio «trascendía todo lo que tenía que ver con la actividad sindical, con su partida para mí se fue un compañero, un amigo, un maestro y hasta casi diría un padre, porque de alguna manera el ocupó el lugar que mi viejo dejó cuando se tuvo que ir. Desde entonces estuvimos muy juntos, muy cerca, y que la placa en su memoria esté a partir de ahora en la oficina del secretario general es algo que como militante valoro mucho».
En ese sentido, dirigiéndose a los presentes el joven dirigente señaló: «Tengo que traer acá mi sentimiento y decirlo: te agradezco Carlos a vos y a todo el Secretariado de la APSEE porque sé que fue una decisión consensuada, y el hecho de que esté acá plasmada su presencia, la memoria de Antonio en esta placa, es un reconocimiento que hace que cada vez que vengamos a ver a Carlitos a la Secretaría General nos encontraremos con el nombre de Antonio que en lo personal tanto y profundamente quiero. Esto es para mí muy importante», destacó.
Gabriel tuvo palabras para la esposa de Antonio Álvarez a quien le brindó también todo su apoyo. «Vicky, quiero que sepas que estamos con vos siempre, esta era la casa de Antonio, una persona que era de muchísima fe y todos así lo reconocíamos. Un hombre que amaba a Jesús al cual yo también amo, y hasta el último día siguió conservando el espíritu de lucha porque lo que hacía lo apasionaba. La fe en Dios, el sindicalismo, eran su pasión. El quería y amaba a la APSEE, su Asociación».
Gabriela Fernández destacó que en el último tiempo «hubiera querido estar más tiempo con Antonio» y le agradeció a Vicky «que me permitió poder acompañarlo», y a Carlos Minucci «que estuvo siempre pendiente».
Y rememoró que «en el 2015 pasamos por un momento de elecciones en la Asociación donde Carlos y Antonio mantuvieron una contienda electoral, ninguno de los dos perdió nunca el respeto por el otro, siempre se respetaron». Volviendo al tiempo más reciente, el referente de la juventud jerárquica recordó que «hasta en los últimos días que me tocó estar con Antonio y con Carlos, pudieron hablar entre ellos, comunicarse. Antonio va a ser una persona que siempre vamos a recordar y, como él solía decir siempre, no se van los que dejan huella y el dejó una huella imborrable en la Asociación y en cada uno de nosotros».
A estas últimas palabras se sumó las de Hugo Caputo, delegado gremial de la Asociación y amigo de Antonio Álvarez, que le nació volver a agradecerle la iniciativa al secretario general de la APSEE Carlos Minucci porque «es un gesto de grandeza de tu parte y de todos los compañeros y compañeras», finalizó.