El Personal de Conducción de las Empresas de Energía Eléctrica liderado por Carlos Minucci declaró Estado de Alerta y pidió al Ministerio de Trabajo que las cite a PARITARIAS. No invierten, no cumple con los usuarios ni con los trabajadores. ¡Bingo patronal!
“El Servicio Eléctrico es un derecho humano y el salario un derecho de las y los trabajadores”, sentenció la Comisión Directiva de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE) que lidera Carlos Minucci, al lanzar el estado de alerta ante la negativa empresaria a acordar la recomposición salarial correspondiente al vencimiento paritario del mes de febrero.
“Las autoridades nacionales saben que no hemos ni vamos a afectar el servicio público en un momento sumamente difícil ante la pandemia, por eso pedimos que exijan a estas empresas que cumplan con las leyes. Sabemos que hay medidas que afectarán seguramente el servicio, no por nosotros sino por decisiones empresarias que proseguiremos denunciando en todos los niveles que correspondan”, afirmó la APSEE a través de un comunicado, que en ese sentido apuntó que pasaron 62 años desde el nacimiento de SEGBA y “a 28 años de su desguace y privatización, nos encontramos con las mismas causas y mucho más agravadas que llevaron en aquel momento a la estatización”.
Antes de lanzar el estado de alerta por el “ninguneo” y dilación de la discusión salarial del sector energético, las autoridades de la APSEE abundaron sobre la posición del gremio expuesto frente a distintos actores sobre la situación de las Empresas de Energía Eléctrica privatizadas y trajo a la memoria el contexto en el que surgió la APSEE a la par de SEGBA. Planteó que “es necesario entender que nuestra entidad sindical nació en 1958, año de grandes cambios en el país. El entonces presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi en función a la grave crisis que se vivía, el deficiente estado del parque de generación de las redes de distribución eléctrica y de los equipos e instalaciones provocados por la falta de inversión, llevó adelante justificadamente la creación de la empresa Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires S.A. (SEGBA)”, señalaron.
En ese sentido, opinaron que esa decisión de Frondizi “fue un hecho esencial en la superación de esa crisis que conllevó una fuerte inversión por parte del Estado, generando una expansión en todos los órdenes empresariales y laborales, fomentando nuevos proyectos y una masa crítica de personal altamente capacitado y profesionalizado, lo cual le permitía responder a las exigencias de eficiencia y eficacia en la prestación del servicio público”.
En ese aspecto, la conducción del gremio remarcó que SEGBA “fue modelo de empresa al servicio de la comunidad”, que “contaba con fuertes avances en formación interna a través de su Centro de Capacitación en González Catán, tenía una Escuela Secundaria Técnica sobre la especialidad eléctrica donde los jóvenes estudiantes recibidos ingresaban a la Empresa a perfeccionar sus conocimientos e iniciar su carrera”. Y subrayaron que “los avances individuales en la mismas se realizaban a través de publicaciones internas de vacantes garantizando que avanzaran los más y mejores capacitados y así acompañar muchas decisiones políticas, técnicas y laborales que conformaban la gran familia.
La conducción del gremio destacó además que “los equipos y planteles de trabajadores y trabajadoras hacían verdad que la electricidad es un servicio público. Ese es nuestro ADN y no lo que venimos soportando los trabajadores y trabajadoras del sector en la actualidad”, remarcó. Por eso, la asociación gremial lamentó que 62 años después de la creación de SEGBA y 28 años de su desguace y privatización, nos encontremos “con las mismas causas y mucho más agravadas que llevaron en aquel momento a la estatización”.
“NOS DIEZMARON”
Sin ocultar su disgusto, que es el que expone a la luz pública, los referentes de la APSEE subrayaron que “hoy estas empresas no dan nada, al contrario, unas intentan vender los edificios y otras nos venden sillas para que realicemos el trabajo. Nadie podrá negarnos que durante los últimos cuatro años hemos transitado situaciones de alta complejidad y, en ese marco, hemos soportado el desprecio de las mismas a dar respuesta a peticiones coherentes, dilatando, prometiendo y mintiendo”, insistieron.
“Ahora -explicaron-, ante las tratativas encaradas por la Comisión Directiva para obtener la recomposición salarial correspondiente al vencimiento paritario del mes de febrero, continúan con la negativa aduciendo que no están en condiciones económicas para hacer frente a una negociación paritaria y siguen sin ofrecer alternativas intermedias para recuperar parte del salario perdido”.
Por esa razón, las autoridades de la APSEE solicitaron por escrito al Ministerio de Trabajo “que convoque a estas empresas a cumplir con los tiempos paritarios”, y alertaron que “si no están en condiciones de actualizar salarios, menos aún de invertir en las áreas afectadas”.
La organización sindical enumeró que las empresas de energía “redujeron la poca inversión que realizaban, diezmaron los planteles canjeando capacidad por contratistas y personal excluido de Convenios; disminuyeron los salarios, el cual no responde a un escalafón orgánico, produciendo una pérdida de poder salarial y adquisitivo alarmante; impusieron en las empresas la inequidad e injusticia para con nuestro estamento al solo efecto de bajar costo salarial e intentar someternos a sus políticas atentatorias contra los derechos adquiridos”, expresó y aseguró que “igual los estamos enfrentando muchas veces solos ante estos poderosos y sus cómplices que intentaron ponernos de rodillas”.
Por todo esto, la Asociación de los mandos medios de las Empresas de la Energía Eléctrica desde inicios de agosto está en estado de alerta y reclama a las autoridades nacionales que exijan a las energéticas que “cumplan con la ley”, así como advierten que habrá medidas que afectarán el servicio, pero que no serán por los trabajadores sino por “decisiones empresarias” que el gremio seguirá denunciando.
“El Servicio Eléctrico es un derecho humano y el salario es un derecho de las y los trabajadores”, concluyó con firmeza la APSSE con la rúbrica de su secretario general Carlos Minucci.