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El Teletrabajo regula el Home Office

DANIEL RODRÍGUEZ (FOEESITRA) Y SU MIRADA SOBRE EL TRABAJO A DISTANCIA YA LEGISLADO EN LA POSPANDEMIA

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El secretario general de la Federación de Obreros, Especialistas y Empleados de los Servicios e Industria de las Telecomunicaciones (FOEESITRA), Daniel Rodríguez, a poco de sancionarse la ley de Teletrabajo que legisla de cara a la pospandemia, reprobó la frase instalada en el mundo del trabajo que dice “el teletrabajo vino para quedarse” y a su vez lo diferenció del home office. Destacó también la importancia del derecho a la desconexión digital que incluye la ley.

“El teletrabajo definitivamente no vino para quedarse, esa es tan solo una frase a gusto de parte del sector empresario para que así fuera mientras no había una ley que lo regule. Pero después del brillante trabajo realizado por las compañeras y compañeros legisladores del movimiento obrero en el proyecto de ley y sus modificaciones, y la defensa que ejercieron para que fuera sancionado en ley, esa idea de que el teletrabajo ‘vino para quedarse’ ya no es posible”, dijo Rodríguez y remarcó que “el teletrabajo conlleva un montón de cuestiones que hay que tener en cuenta y que las empresas no iban a considerar. Los empresarios pensaban que llevar adelante la jornada laboral por teletrabajo no les llevaría gastos…”, afirmó.

Con respecto a cómo debiera ser el teletrabajo en la pospandemia, el conductor de la FOEESITRA señaló que “eso que se escucha respecto del teletrabajo de que ‘vino para quedarse’ es un lema a la medida de parte del sector empresario, cuando en verdad el teletrabajo se trata de una herramienta válida a la que se debió recurrir en el marco de esta pandemia para poder retomar o seguir adelante con el trabajo en determinadas actividades y, dentro de estas, distintas áreas”.

En ese orden, Rodríguez marcó una diferencia crucial entre el teletrabajo y el home office. “En el home office el trabajador quizás realiza su tarea en una mesita ratona, sentado en una silla común y con una conexión de internet propia y tal vez básica que no reúne lo necesario, con lo cual está trabajando por fuera de las condiciones que corresponden”. Mientras que “el teletrabajo es cuando dispone de un espacio apropiado, con buena iluminación, una buena mesa y silla, y una conectividad adecuada. Por lo tanto, tienen que estar dadas todas las condiciones fijadas por la ley sancionada, que a nivel de costo le va a resultar caro para la empresa”, indicó.

“Ellos -los empresarios- en alguna medida pensaban que llevar adelante la jornada laboral por teletrabajo no significa gasto, ‘total el trabajador está en su casa, gasta menos’, sin embargo, la ley hace referencia a una cierta cantidad de elementos que les deben proveer, como así también considera si tiene dadas las condiciones para trabajar desde su casa. Y esto por varias razones, por ejemplo, aquel compañero o compañera que está casado, tal vez con un hijo, y vive en un mono ambiente se le hace imposible desarrollarlo”.

DERECHO A LA DESCONEXIÓN

Además de las condiciones estructurales adecuadas y la conectividad para realizar el teletrabajo, Daniel Rodríguez planteó como fundamental la desconexión digital, aspecto sobre el que la propia FOEESITRA ha trabajado desde hace algunos años para que se legislara en la materia.

“El derecho a la desconexión es fundamental porque el trabajador debe poder dedicarse a su vida personal, su familia, el descanso. En la forma de trabajo tradicional, que es la presencial, una vez terminada la jornada laboral se va a su casa y se terminó. En el caso de la modalidad a distancia no puede ser que se pretenda que deba realizar una tarea fuera de lo que habitualmente es su jornada laboral…”, indicó y abundó que dentro del derecho de desconexión existen dos puntos a tener en cuenta: “No puede haber castigo porque se desconecta ni puede la empresa premiar al trabajador para que no se desconecte, porque si no deja de tener validez lo que defendemos, que es la desconexión para no invadir la vida social del empleado”, planteó finalmente Rodríguez.