Compartir

A las malas nuevas provocadas por reiteradas medidas del gobierno que llevaron a la devaluación del peso, la inflación y tarifas en aumento, los salarios atrasados y el desempleo en alza, se le agregaron las últimas medidas que degradan a Secretarías los Ministerios de Trabajo y de Salud, lo que pone en evidencia la escaza importancia que la gestión Macri le da a las relaciones laborales. El citado escenario reafirmó el paro de 36 horas que la CGT lanzó para el 25 de septiembre, apoyado por las CTA, y reavivó el reclamo para que se declare la emergencia económica y social, que se planteó junto a los intendentes de la Federación Argentina de Municipios (FAM).

La central obrera expresó su rechazo a «la degradación política de la problemática del trabajo y la salud», y sostuvo que los anuncios del gobierno de Cambiemos, «lejos de generar confianza en los trabajadores, multiplicaron la incertidumbre sobre el futuro inmediato».

«Sacar el Ministerio de Trabajo convierte en tema menor las relaciones laborales. Esto muestra cuál es el espíritu de la gestión», dijo el integrante del triunvirato cegetista Juan Carlos Schmid.

Por su parte el triunviro Héctor Daer resumió que «las palabras de aliento no resuelven la crisis social. Necesitamos políticas que contengan a la sociedad y la acompañen frente a la inflación y a la pérdida de empleo». El líder de Sanidad tildó la medida de la reducción de la cartera como «volver a la Década Infame». «Ellos están convencidos ideológicamente que el camino es el ajuste y atender deberes en favor de los que especulan. De lo que no se habla es de la crisis social que generan estas cosas, esto va a tirar a la pobreza a millones de argentinos», cuestionó.

El tercer integrante de la conducción, Carlos Acuña intentó llevar algo de calma al sentenciar: «No nos reunimos para adelantar el paro, sí estamos consultando a diferentes sectores». Esto en respuesta al malestar por las medidas de achicamiento de ministerios y la situación social, donde algunos sectores pedían el adelantamiento de la medida de fuerza.

Los pasos a seguir por la central obrera se analizaron en las sesiones del L20 -capítulo gremial del G20- en Mendoza, los primeros días de septiembre, donde participaron distintos miembros de la CGT, entre ellos Gerardo Martínez, quien se quejó de que “no hay diálogo con el Gobierno y nos enteramos de la crisis financiera por los medios”. “Es increíble que en medio de este encuentro internacional anulamos el Ministerio de Trabajo y más aún, si queremos y necesitamos una Argentina que crezca en producción, empleo y exportaciones”, dijo Martínez y afirmó que “hay desesperanza en los trabajadores, mucha incertidumbre, empeorando semana a semana”.
Tras la reunión de comisión directiva, la CGT expresó en un documento su rechazo a la pérdida de jerarquía de ambas carteras y, en ese sentido, subrayaron que los cambios en el Gabinete «avalan el recorte de los derechos básicos y fundamentales de todos los ciudadanos y acrecientan las desigualdades».

Asimismo, advirtieron: «no toleramos más despidos en la administración pública ni en el sector privado. Basta de ajuste sobre los trabajadores y los que menos tienen».

Por otra parte, afirmaron que «si el norte de la gestión es el déficit cero sin una mirada social», entonces habrán «consagrado la desigualdad como norma y la injusticia como derecho».

CON INTENDENTES DE LA FAM

Poco después, el 6 de septiembre, la conducción de la CGT se reunió con los intendentes que integran la Federación Argentina de Municipios (FAM), y en conjunto reclamaron que “se declare la emergencia económica y social y se pongan en marcha acciones inmediatas que contribuyan a la unidad nacional y la paz social”. Y en ese orden, los jefes comunales dieron su respaldo a la CGT en la convocatoria al paro nacional del 25 de septiembre.

Entre las medidas que reclaman figuran retrotraer “las tarifas de los servicios públicos a los valores del 1 de diciembre de 2017” y que “se revierta de inmediato la decisión de degradar los ministerios de Salud y de Trabajo, en una coyuntura en la que ambos son más necesarios que nunca”.

También piden que “se implementen con urgencia medidas de recuperación de las pequeñas y medianas empresas productivas nacionales” y que “se termine con la importación indiscriminada”.