«El embate iniciado por las autoridades de AFIP, bajo el pretexto de problemas presupuestarios, no cesa, y como trabajadores tenemos la responsabilidad de hacer frente a los intentos constantes de la patronal de desmantelar el organismo recaudador más importante del país», proclamó el Plenario de Secretarios Generales convocado por la Mesa Directiva Nacional de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), que lidera Guillermo Imbrogno, que se declaró en Estado de Asamblea Permanente en todo el país, «ante una nueva modificación en el cálculo del Fondo de Jerarquización a contramano del esfuerzo de los trabajadores», para en ese ámbito orgánico los trabajadores decidieran «los pasos a seguir ante este intento claro de achicamiento del Organismo que se viene ejecutando desde que comenzó el año».
Cinco días antes de este plenario, a través de un comunicado rubricado por el titular de la AEFIP nacional, Guillermo Imbrogno, y su par de Prensa, Federico Cardone, explicaron que «una nueva disposición dada a conocer el 15 de febrero establece una nueva modificación en el cálculo de la Cuenta de Jerarquización, conforme a las potestades que tiene el Administrador Federal y que unilateralmente ha decidido aplicar, sin analizar en profundidad la realidad que se vive en el organismo y que constantemente planteamos desde nuestro sindicato».
En esta oportunidad -señalaron en el escrito-, «si bien inicialmente se hablaba de una reducción de la alícuota del 0,72% al 0,68%, con la nueva normativa la variación en el cálculo del fondo dependerá de la dotación de personal con la que cuenta la AFIP, partiendo de la alícuota actual y adecuándola a las bajas que se generen mes a mes».
El pronunciamiento de la AEFIP concluyó advirtiendo que «esta norma confirma la intención de las autoridades de reducir la Administración, lo cual perjudicará inexorablemente la capacidad operativa».
Todo esto dio lugar al Plenario de Secretarios Generales que se pronunció en los siguientes términos según cita un nuevo comunicado con la rúbrica de Imbrogno y Cardone: «En el día de la fecha, 20 de febrero de 2018, se llevó adelante un nuevo Plenario de la Mesa Directiva Nacional con los Secretarios Generales de las dieciocho secciónales del país.
En el marco del ESTADO DE ASAMBLEA PERMANENTE decretado por la conducción del sindicato la semana pasada, teniendo en cuenta el curso de acción llevado adelante por la Administración Federal en el corriente año, y que ha venido a profundizar el ajuste que se iniciara desde finales de 2015.
En los últimos dos años podemos resumir la gestión de la AFIP en:
– Una disminución constante de la dotación de personal, que afecta directamente la eficiencia, sobrecargando de tareas a los compañeros.
– Falta de recursos materiales, junto a restricciones en la utilización de herramientas informáticas que afectan el desarrollo normal de nuestras funciones.
– Falta de instrucciones claras que generan incertidumbre entre los trabajadores y provoca una parálisis en la gestión, sumado a la proliferación de sumarios de carácter persecutorio por el mero cumplimiento de nuestras tareas.
– El avance sobre la Cuenta de Jerarquización, con decisiones unilaterales y arbitrarias, que desconocen el esfuerzo que realizamos en el sostenimiento de la recaudación».
El embate iniciado por las autoridades de AFIP, bajo el pretexto de problemas presupuestarios, no cesa, y como trabajadores tenemos la responsabilidad de hacer frente a los intentos constantes de la patronal de desmantelar el organismo recaudador más importante del país.
En esta etapa, la subdirectora general de Recursos Humanos, Adriana Beltramone, ha diseñado un perverso plan de reducción de estructuras, que podría llevar a la desaparición de centros de servicio, receptorías, distritos y agencias, eliminando cientos de cargos en áreas centrales y direcciones regionales.
Esta voluntad se traduce en un intento de hacer desaparecer a la AFIP como organismo de fiscalización, para pasar a ser un ente meramente administrativo. El achicamiento que se intenta concretar ya lo vivimos en el pasado, y no seremos cómplices de una política tributaria que ya ha beneficiado a los sectores concentrados de la economía, y que ahora busca mediante la falta de control, seguir favoreciéndolos, en desmedro de los trabajadores.
En caso de llevarse adelante este plan, el administrador federal será el responsable del rumbo sombrío que se vislumbra y que, inexorablemente, conlleva a desintegrar la AFIP. Comprometidos con la defensa de nuestros derechos convencionales, y con el funcionamiento de nuestro Organismo, llevaremos adelante todas las medidas gremiales necesarias para defender a nuestros compañeros y nuestras funciones».