La incertidumbre por los cambios que se vienen realizando en el PAMI, tal como lo marcó reiteradamente la Unión de Trabajadores del Estado (Utera), que conduce Rubén Grimaldi, está afectando a los municipios bonaerenses. El cambio en la modalidad de pagos de la obra social de los jubilados se suma ahora a la crisis de camas de internación, el recorte en la cobertura de medicamentos y la parálisis en la entrega de prótesis y sillas de ruedas.
Además, en el municipio de General Pueyrredón (Mar del Plata) los empleados del PAMI nucleados en la UTERA vienen realizando medidas de fuerza por el pase a planta del personal, ya que según explicó Rubén Grimaldi: «La gente que sabe gestionar fue corrida, y han puesto gente que vino sin ningún tipo de antecedentes en una gestión privada o pública y los resultados están a la vista».
Luego de la salida de Carlos Regazzoni y la asunción del nuevo interventor del PAMI Sergio Cassinotti, se evalúa que el motivo del recambio de autoridades en la obra social de los jubilados es la concreción de un ajuste estructural en el sistema de prestaciones que agudiza la difícil situación de los 5 millones de adultos mayores, que hasta ahora venían lidiando con la falta de médicos de cabecera, el recorte en la cobertura de medicamentos, la falta de sillas de ruedas, prótesis y plazas de internación.