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“El actual Gobierno Nacional debe saber que esta industria se encuentra en riesgo de extinción, en tanto los principales actores involucrados en la actividad (gremio, sector empresario y el Estado Nacional) no impulsemos un compromiso conjunto para defenderla mediante proyectos de inversión competitivos”.

JOSÉ RAMÓN LUQUE

“Los trabajadores papeleros impulsamos el fortalecimiento de la actividad, pero necesitamos empresarios y gobernantes que no se acobarden frente a los desafíos”, afirmó el secretario general de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos, José Ramón Luque, quien indicó en ese sentido, que es “alarmante ver cómo la industria celulósica papelera argentina se tambalea peligrosamente y nadie acude al rescate. Los trabajadores papeleros nos manifestamos en su defensa, para proteger nuestros puestos de trabajo y la producción nacional”.

En una solicitada publicada en diarios, Luque recordó que pasaron treinta años desde las últimas inversiones de gran escala, que dieron lugar a la instalación de empresas como Alto Paraná (Puerto Esperanza, Misiones), Papel Prensa (San Pedro, Buenos Aires) y Papel del Tucumán (Lules, Tucumán). E indicó que “algunos de estos establecimientos, en su momento emblemas de una industria nacional pujante, ven amenazada su continuidad: en un caso, por el tipo de producción, que pierde mercados frente a los avances tecnológicos, sin que se plantee seriamente una reconversión; en otro, como consecuencia de la desidia del sector empresario, que está explotando la maquinaria hasta que ésta deje de funcionar”.

También indicó que “hay comportamientos mafiosos de algunos empresarios papeleros que han llevado a la quiebra a numerosas empresas. Tenemos un parque de maquinarias papeleras casi obsoleto y una ausencia generalizada de proyectos de inversión destinados a mejorar su capacidad”, y reconoció que “otros países de la región –privilegiada entre las economías en desarrollo debido a la alta disponibilidad de materia prima y abundancia de agua- nos superan ampliamente en la producción de pastas celulósicas. En tanto, Argentina compra anualmente en el exterior un millón de toneladas de celulosa y papeles, por valor cercano a los 1.000 millones de dólares”.

ACTORES INVOLUCRADOS

Tal como explica Luque, “este prolongado proceso de deterioro tuvo lugar sin que las cámaras empresarias del sector ni el Estado Nacional, o aquellas provincias que por su naturaleza reúnen los requisitos que son propios para la instalación de plantas de celulosa y papel, levantaran en ningún momento su voz para reivindicarla”.

Al respecto dijo que “el actual Gobierno Nacional debe saber que esta industria se encuentra en riesgo de extinción, en tanto los principales actores involucrados en la actividad (la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos, la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel, y el propio Estado Nacional) no impulsemos un compromiso conjunto para defenderla mediante proyectos de inversión competitivos”.

En ese sentido, aclaró que “por competitividad no nos referimos al ajuste sobre el salario de los trabajadores ni a la flexibilización laboral ni a la productividad mediante el incremento de la intensidad laboral” porque “esta receta ya se ha aplicado, y no ha servido para evitar los continuos cierres de establecimientos productivos y la pérdida de fuentes de trabajo. No se encuentra allí la salvación de la industria celulósico papelera”, afirmó.

“Sólo una política transparente y consensuada, con reglas claras y facilidades de inversión, que no vulnere los derechos de los trabajadores, y posea una proyección de largo plazo, hará posible el futuro de una industria papelera necesaria para todos”, aseguró el conductor nacional de los trabajadores papeleros.

CAPACITACION EN SANTA FE

En otro orden, la federación informó que por decisión del Consejo Ejecutivo se llevó adelante una visita fuera de Buenos Aires, con el objetivo primordial de brindarles a los delegados participantes las herramientas suficientes para perfeccionarse y conocer en profundidad lo que sucede en todas las ramas del gremio.

Santa Fe recibió dieciocho delegados provenientes de Capital, Gran Buenos Aires, Zárate, Ramallo, Rosario y Paraná durante dos días de intensa labor e intercambio de experiencias con representantes locales. En ese marco, recorrieron la planta de la empresa Celulosa Moldeada sito en el Parque Industrial Dique 1 del Puerto Santa Fe, que se dedica a la fabricación de bandejas para manzanas y peras, como también la fabricación de los envases para huevos y pizzas.